Introduction: Manners of Design

December 23, 2018 · 4 minutes read

On several occasions, I have heard it said that graphic design suffers from a lack of theoretical and critical development. Many designers tend to avoid engaging with this type of content, as it is not often seen as relevant to everyday professional practice. Despite the constant publication of new books and articles, and the organization of conferences and debates, every effort is still deemed insufficient. Ultimately, the reflection on processes, methods, experiences, and consequences of results is inexhaustible—especially in graphic design, with its many facets within the oft-discussed and misguided technical-artistic dichotomy. In graphic design, everything has been said, yet nothing remains unaltered.

«Clearly, many design teachers and students view 'academic' classes as time stolen from their true purpose—the study of design» (Swanson 1998, 16).

The purist discourses that once defined design are outdated. While it’s true that we cannot ignore the foundational principles that shaped design—many current developments are indeed built upon those foundations—it is now urgent to pose new hypotheses, theorize, critique, and revise. In the age of hyperconnectivity, nothing is final; everything is incredibly transient. As such, proposing a universal design framework could be a mistake. Design must be approached from the geographical and ideological context of each author, seeking common ground. This approach allows any well-founded proposal to be a meaningful contribution, especially when considering the experience of more seasoned authors. However, even those of us with less experience also offer legitimate and valuable contributions.

A few months ago, when I started working on a dissertation as part of my postgraduate studies, I was worried about not having a solid writing habit and being able to produce high-level texts, particularly for a project that leaned more towards theory than practice. It was at this point that one of my mentors suggested I start writing online to develop the habit, streamline the mental process of creation, articulate my ideas, and gain experience. While I wasn't initially excited about the idea, I must admit that over the past few weeks, I’ve become increasingly interested in improving my writing while sharing my perspective on various topics related to graphic design through opinion and critique.

Design has an impressive versatility: it allows us to navigate a wide range of knowledge areas with modest freedom. I see this versatility as an opportunity to produce content aligned with my transitional perspective on graphic design and its modes of relation to society. Through this approach, I aim to stimulate critical thinking while building a project that holds personal and academic interest.

Thus, Manners of Design was born—a platform dedicated to sharing opinion and critique on graphic design. The texts will be available in English to reach a broader international audience and, at the same time, serve as personal language practice. Additionally, they will be published in Spanish, contributing to the limited amount of content available in our language compared to the abundance of material in English.

Although it may go without saying, every idea presented on this platform is open to debate, and feedback on the topics discussed is appreciated.

Finally, it's important to mention that each text on this platform will be crafted with the utmost clarity and directness. It is a priority for this project to avoid keeping ideas locked behind inaccessible or overly complex language. The goal is to promote open debate in a discipline that has been marked by its persistence in ambiguity.

Introducción: Manners of Design

Diciembre 23, 2018 · 4 minutos de lectura

En varias ocasiones escuché decir que el diseño gráfico sufre de escasez en su desarrollo teórico y crítico. Y que la mayoría de diseñadores tienden a no involucrarse tanto en este tipo de contenidos ya que no tienen tanta cabida en el mundo laboral cotidiano. Pues parece ser que, sin importar la constante publicación de nuevos libros y artículos o la realización de conferencias y debates, todo esfuerzo se diagnostica como insuficiente. Al fin y al cabo, la reflexión acerca de los procesos, los métodos, las experiencias y consecuencias de los resultados no es susceptible de agotarse, mucho menos para el diseño gráfico y sus múltiples aristas en la tan debatida e insensata dicotomía técnico-artística. En diseño gráfico todo se ha dicho y nada ha permanecido inalterado.

«Claramente, muchos profesores de diseño y muchos estudiantes de diseño ven a las clases "académicas" como tiempo robado de su verdadero propósito—el estudio de diseño» (Swanson 1998, 16).

Los discursos puristas para definir al diseño se quedaron atrás. Si bien es cierto que no se puede prescindir de las bases que forjaron al diseño —mucho del desarrollo actual es consecuencia de dichas bases—, es urgente plantear nuevas hipótesis, teorizar, criticar y corregir. En la era de la hiperconectividad nada es definitivo, todo es increíblemente transitorio. Por ende, el proponer un marco de trabajo universal de diseño puede significar un error. Al diseño se lo debe abordar desde el contexto —geográfico e ideológico— de cada autor y encontrar puntos en común. Esto da pie a que cualquier propuesta debidamente fundamentada sea un aporte significativo. Y más aún si además tomamos en cuenta la trayectoria de ciertos autores más experimentados. Sin embargo, incluso quienes contamos con menos recorrido también tenemos propuestas legítimas y valiosas.

Hace unos meses atrás, cuando comencé a trabajar en una disertación como parte de mis estudios de posgrado, me preocupaba no tener un hábito de escritura y poder redactar textos de nivel, más aún al tratarse de un proyecto con un desarrollo mucho más teórico que práctico. Fue en este punto en el que uno de mis orientadores me propuso empezar a escribir en internet para adquirir la costumbre, agilizar el proceso mental de creación, exponer mis ideas y, en general, adquirir experiencia. Si bien al principio no me entusiasmó la idea, debo admitir que durante las últimas semanas me he interesado mucho en mejorar mi redacción y a la vez compartir mi perspectiva sobre diversos temas relacionados al diseño gráfico a través de la opinión y la crítica. El diseño tiene una versatilidad impresionante: nos permite transitar con modesta libertad por muy diversas áreas del conocimiento. Tomo esta ventaja como una oportunidad para producir contenidos acordes a mi perspectiva, quizá transicional, con respecto al diseño gráfico y sus modos de relación con la sociedad. Con esta vía de acción busco estimular la capacidad crítica a la vez de construir un proyecto de interés personal y académico.

Así nace Manners of Design, un sitio pensado para difundir opinión y crítica de diseño gráfico. Los textos estarán disponibles en inglés con el objetivo de alcanzar una mayor difusión internacional y, al mismo tiempo, servirá como práctica personal del idioma. Además, se publicarán en español, contribuyendo a la oferta de contenido en nuestro idioma, cosa que no es muy común encontrar en comparación con la cantidad de material disponible en inglés.

Aunque probablemente no hace falta aclararlo, toda idea expuesta dentro del sitio es debatible, por lo que se agradecen los comentarios en los temas tratados.

Finalmente, es oportuno mencionar que cada texto de esta plataforma será concebido de la manera más clara y directa como sea posible. Es una prioridad en este proyecto no mantener las ideas herméticas en un lenguaje poco cotidiano y sobre todo incomprensible. El objetivo es promover el debate libre en una disciplina que se ha caracterizado por persistir en la ambigüedad.

Bibliography

Swanson, Gunnar. 1998. “Graphic Design Education as Liberal Art: Design and Knowledge in the University and the «Real World» In The Education of a Graphic Designer, edited by Steven Heller, 13-16. New York: Allworth Press in association with the School of Visual Arts.